Hydesville y las hermanas Fox
Por Jordi Santandreu
En los archivos históricos del Espiritismo consta el caso de las hermanas Fox, considerado uno de los primeros casos de la era moderna en el que se decidió investigar a fondo un fenómeno espiritual, relacionado con la comunicabilidad entre encarnados y desencarnados.
Corría el año de 1848. Era una primavera como cualquier otra en Hydesville, un pequeño pueblo a las afueras de Nueva York. Un año antes, la familia Fox decidió instalarse allí, adquiriendo una humilde propiedad en la que el matrimonio Fox y sus hijas, Kate y Margaretha (en la foto junto a su otra hermana), se instalaron ajenas a los acontecimientos que les guardaban.
En marzo de ese mismo año, Kate y Margaretha, que tan solo contaban con 9 y 12 años de edad, comenzaron a escuchar golpes en las paredes y el techo de su habitación. Tras el susto inicial y sin encontrar razón para tales fenómenos, que se repitieron durante varios días, las dos niñas transformaron la situación en un juego y, con este objetivo, probaron dialogar con los ruidos, los cuales, para su sorpresa, respondieron con precisión al desafío de las hermanas, imitando los golpes que las niñas daban, contando números e incluso, más adelante, laborando frases, las cuales permitieron desvelar la historia del autor de esos mismos golpes, un hombre fallecido años atrás en esa misma casa, en extrañas circunstancias.
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