por Agnaldo Cardoso.
Aunque muchos insistan en afirmar que la mediumnidad es una deuda, antes de cualquier otra cosa, basándose en una afirmación de Emmanuel, (Esa afirmación precisa ser mejor interpretada), en realidad, mediumnidad es un serio compromiso que asumimos conscientemente antes de volver a la carne, sea por sugestión de la espiritualidad superior o por iniciativa nuestra. Mediumnidad es el instrumento de nuestra evolución y oportunidad de reparación de un más que probable pasado de errores. No queriéndola cuando ya estamos aquí, es huir de la responsabilidad, del compromiso, que asumimos en el mundo espiritual, en detrimento de nosotros mismos.
El espiritismo está con nosotros hace ciento cincuenta años y aun hoy la
practica mediúmnica claudica en muchas casas espiritas. No son raros los casos
en que, en la primera visita, la persona es encaminada al desarrollo de su
mediumnidad, mismamente, no teniendo ninguna noción sobre cómo se procesa el
intercambio con los espíritus. El resultado de eso, muchas veces, es
desastroso: personas quedan apavoradas y con ideas equivocadas sobre el
contacto entre los hombres y los desencarnados. Y esa mentalidad es cultivada
entre nosotros básicamente, por el poco o ningún estudio doctrinario, sobre
todo de las obras básicas. Sabemos que el fenómeno mediúmnico es un buen medio
de atracción para los que aun no conocen el Espiritismo, pero no se puede
invertir la escala de valores de las cosas. El estudio, la divulgación de la
Doctrina Espirita y la reforma intima, fundamentales para la vida futura del
espíritu inmortal, deben ser las principales preocupaciones de los espiritas,
principalmente de los dirigentes. Millares de personas, golpean las puertas de
los centros espiritas, presentando síntomas de mediumnidad, deseando ser
asistidas, a fin de librarse del desequilibrio.
Gran parte de los médiums principalmente quieren desarrollar la
mediumnidad, mismamente desconociendo completamente lo que esto significa, pues
creen que, únicamente, en la sesión mediúmnica, desarrollaran su mediumnidad,
sus obsesores serán doctrinados y alcanzaran automáticamente el equilibrio, la
paz y la salud. ¡En otras palabras, quieren la conquista mágica y fácil, a
través del simple fenómeno mediúmnico! Grupos espiritas, sin conocimiento más
profundo del Espiritismo, ansiosos en aumentar el número de trabajadores de la
casa, encaminan a personas para la práctica mediúmnica, solamente porque
demuestran poseer mediumnidad.
Cuando alertados, muchos dirigentes afirman estar haciendo un acto de
caridad, cuando, la verdad, podrán estar promoviendo una tremenda
desorganización psíquica, forzando al desarrollo mediúmnico en personas que no
están preparadas. El error es más grave, porque la prisa con el fenómeno mediúmnico,
convierte el fenómeno más importante que el propio Espiritismo. Y el resultado
infeliz, la suma de la poca preparación de los dirigentes, con la persistente
mala voluntad de los médiums en estudiar Espiritismo. Repetimos: El estudio
continuado, la divulgación incesante de la Doctrina Espirita, principalmente
por el ejemplo, y la indispensable y indelegable reforma intima, absolutamente
fundamentales para la vida futura del espíritu inmortal, deben ser siempre las
principales preocupaciones de los espiritas, principalmente de sus dirigentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario