Biografía de El los mentores
Emmanuel
Wellington Bossi , revista Visión Espírita n º 11
Emmanuel, es el principal guía espiritual del médium brasileño Francisco Cândido Xavier; más conocido por Chico Xavier. El Mentor fue senador romano en la época de Cristo, conocido como Publio Léntulus. Desde entonces hasta el presente reencarnó en las figuras del esclavo Nestorio, del Padre Manoel de Nóbrega (fundador de San Pablo) y del Padre Damián, reencarnado en España. La historia de Emmanuel, hasta donde conocemos, comenzó en la Roma antigua de los césares, donde el espíritu vivió como el senador Publio Léntulus Cornelius, descendiente de la antigua familia de senadores y cónsules de la república romana. En septiembre de 1938, Emmanuel dictó el siguiente mensaje al grupo de estudios espíritas de Pedro Leopoldo, a través de Chico Xavier: "Algún día, si Dios me lo permite, les hablaré del orgulloso patricio Publio Léntulus a fin de que aprendan algo de las dolorosas experiencias de un alma indiferente e ingrata. Esperemos con el tiempo, el permiso de Jesús". Semanas después Chico Xavier nos relata: ”Emmanuel cumplió la promesa de su autobiografía con el inicio del romance Hace 2000 años. Más tarde dictaría la continuación de su historia y la historia del cristianismo primitivo con 50 años después. A estos libros les siguieron otros y en 1947 alcanzábamos los 30 tomos. Quedamos muy contentos y, pregunté al Amigo Espiritual si la tarea estaba terminada. Él entonces contestó sonriendo: "Ahora comenzaremos otra serie de 30 volúmenes". En 1958 indagué nuevamente si el trabajo había finalizado. Los 60 libros estaban publicados y, yo me encontraba casi de mudanza para la ciudad de Uberaba, a donde llegué el 5 de enero de 1959. El gran bienhechor me explicó con paciencia: "Me preguntaste en Pedro Leopoldo si nuestra tarea estaba completa y, quiero informarte que los Mentores de la Vida Mayor (delante de los cuales debo también ser disciplinado), me advirtieron que debemos llegar al límite de los 100 libros". Quedé muy admirado y las tareas continuaron. Cuando alcanzamos el número de 100 volúmenes publicados; volví a consultarle sobre el término de nuestro compromiso. Emmanuel esclareció, con bondad: "Tranquilízate. Ahora tengo la obligación de decirte que los Mentores de la Vida Superior, que nos orientan, expidieron cierta instrucción que determina que tu actual reencarnación nos beneficia para la divulgación de los principios espiritas cristianos, permaneciendo tu existencia, desde el punte de vista físico, a disposición de las Entidades Espirituales que puedan colaborar en la ejecución del programa de mensajes y libros". Muy contrariado, le dije: "¿Entonces; debo trabajar en la recepción de mensajes y libros del mundo espiritual hasta el fin de mi vida actual?" "Sí, no tenemos otra alternativa", me aclaró Emmanuel. Naturalmente, impresionado con lo que decía, le volví a insistir: "¿Y si yo no quisiera; ya que la Doctrina Espírita nos enseña que somos portadores del libre albedrío para decidir nuestros propios caminos?" Emmanuel esbozó entonces una sonrisa de benevolencia paternal y me certificó: "La instrucción a la que me refiero es semejante a un decreto de desapropiación lanzado por autoridades de la Tierra. Si usted rehúsa el servicio al que me reporto, de dedicarnos al cristianismo revivido, según creo, los orientadores de esta obra, tendrían autoridad suficiente como para retirarte de tu actual cuerpo físico". Cuando oí esta declaración me calle para pensar en la importancia del asunto y, continué trabajando sin la menor expectativa de interrumpir o dificultar lo que pasé a
llama llamar “Designios de Arriba”.
Fuente: web Federación Espírita Uruguaya
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