CIENCIA Y ESPIRITISMO
La glándula pineal y la espiritualidad
Por Wellington Bossi y Jonathan Levy, revista Visión Espírita nº 7
La glándula pineal funciona como un receptor sensorial que posee un papel decisivo en la telepatía y, por lo tanto, es imprescindible para el funcionamiento y desarrollo de la mediumnidad.
Consideramos muy importantes e interesantes los conocimientos del Dr. Sergio Felipe de Oliveira, médico y científico brasileño especializado en la glándula pineal, la física cuántica y otras ramas de la ciencia.
Sus enseñanzas se fundamentan en la unión de conocimientos ancestrales de la humanidad por un lado, y la ciencia moderna por otro; combinados con el mecanismo de la racionalidad pura y simple. En las conferencias y en las cátedras que imparte por el mundo entero, con un lenguaje sencillo y accesible, nos abre las puertas a nuevas dimensiones de la conciencia.
El Dr. Oliveira trabajó durante cuatro años en el Departamento de Física y Matemática de la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Fue su formación espírita la que le influenció decisivamente en la búsqueda de la espiritualidad dentro del área médica, poniendo en práctica la visión espírita sobre la necesidad de trabajar conjuntamente Ciencia y espiritismo.
La glándula pineal funciona como un receptor sensorial que posee un papel decisivo en la telepatía y, por lo tanto, es imprescindible para el funcionamiento y desarrollo de la mediumnidad.
Hace 400 años, René Descartes mencionó que el lugar en donde el alma se une al cuerpo es la glándula pineal. Los hindúes lo mencionan desde hace miles de años.
En los Estados Unidos el tema “Salud y Espiritualidad” surge como una reivindicación de la población, la cual disfruta de un sistema muy accesible a las políticas del gobierno. El Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos prohibió las prácticas espirituales en la salud, sin embargo, los ciudadanos discreparon ante tal decisión, por considerar que era una prohibición carente de pruebas, además de no haber dado ninguna alternativa, ya que la medicina formal no cura todas las enfermedades. Gracias a la presión social, el gobierno de ese país fue obligado, jurídicamente, a atender a la población, y comenzaron a desarrollar investigaciones que posibilitaron una nueva aproximación entre la espiritualidad y la práctica médica, incorporando en esta simbiosis los criterios de la ética médica y el rigor del método científico. Actualmente, más de cincuenta universidades en los Estados Unidos tienen Salud y Espiritualidad en sus asignaturas.
Si los colegios médicos no observan la importancia de desarrollar este tipo de investigación, continuaremos condenados a quedar en manos de personas guiadas por la superstición u otras prácticas basadas en fundamentos frágiles e incluso de dudosa reputación.
La enfermedad debe ser interpretada bajo aspectos patológicos, psicológicos y espirituales, teniendo en consideración el medio ambiente.
La tesis de profesorado del Dr. Oliveira versó sobre la estructura de la glándula pineal humana. Ésta es la glándula más misteriosa del cuerpo humano y queda localizada exactamente en el centro del cerebro. Era llamada por los antiguos filósofos “la sede del alma” y “el controlador del pensamiento”.
La glándula pineal es el órgano sensorial encargado de captar información sutil, por ejemplo lo que otro siente, sea ese otro un Espíritu encarnado o desencarnado. Gestiona también todos los ciclos o ritmos del organismo relacionados con el medio ambiente (los llamados ciclos circadianos, de vigilia y sueño). Un mal funcionamiento de esta glándula puede causar la desarmonía de esos ciclos. Y viceversa. Un sujeto que lleva una vida desequilibrada, provocará trastornos en su glándula pineal.
El Dr. Oliveira afirma que existe una sincronicidad entre algunas personas, relacionada con la telepatía, es decir, cuando uno piensa lo que el otro está pensando. Lo que también tiene que ver con afinidad de almas, ya que la sintonía por afinidad positiva lleva a una integración, y puede llevar a una repulsión si la sintonía es negativa. Si una persona entra en sintonía con otra que tiene energía negativa, la refuerza y acaba formando parte de esa psico-esfera. Pero si no entra en sintonía con la otra persona conseguirá mantener una defensa.
Está comprobado científicamente que la glándula pineal convierte ondas electromagnéticas en estímulos neuroquímicos. Quien probó eso fueron los científicos Vollrath y Semm, que tienen artículos publicados en la revista científica Nature, de 1988.
La parapsicología dice que estos campos electromagnéticos pueden afectar a la mente humana. El Dr. Michael Persinger, de la Laurentian University, en Canadá, hizo experimentos con un casco que emitía ondas electromagnéticas en los lóbulos temporales. Las personas sometidas a esas experiencias tuvieron “visiones” y sintieron presencias espirituales. El Dr. Persinger atribuyó esos fenómenos a la influencia de esas ondas electromagnéticas.
La pineal forma cristales de apatita, independientemente de la edad de la persona. Estos cristales tienen que ver con el perfil de la función de la glándula. Un niño puede tener estos cristales en gran cantidad, en cuanto un adulto puede no tener nada. Percibimos, por las investigaciones, que cuando un adulto posee muchos cristales, tiene más facilidad para absorber el campo electromagnético y ésta absorción rebota de un cristal a otro; entonces presenta más facilidad para el fenómeno de incorporación. Es posible visualizar estos cristales en la tomografía y, observamos en cambio, que cuando el paciente tiene mucha facilidad para el desdoblamiento, él no presenta estos cristales.
La glándula pineal es el órgano sensorial encargado de captar información sutil, por ejemplo lo que otro siente, sea ese otro un Espíritu encarnado o desencarnado.
Está comprobado científicamente que la glándula pineal convierte ondas electromagnéticas en estímulos neuroquímicos.
Más información:
Universidad del Espíritu: www.uniespirito.com.br
Asociación Médico-Espírita del Brasil: www.amebrasil.org.br
Pineal Mind Instituto de Salud - Sao Paulo - Brasil
Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo
No hay comentarios:
Publicar un comentario