martes, 6 de septiembre de 2011

Estudiando "El libro de los Espíritus"

Las tres Revelaciones
Por Nominato Pires

Hay una secuencia histórica que no podemos olvidar al tomar este libro en las manos. Cuando el mundo se preparaba para salir del caos de las civilizaciones primitivas, apareció Moisés, como el conductor de un pueblo destinado a trazar las líneas de un nuevo mundo. Moisés, nos explica Kardec, “reveló a los hombres el conocimiento de un Dios único y soberano, Maestro y Creador de todas las cosas; promulgó la ley del Sinaí y asentó los fundamentos de la ley verdadera; como hombre, fue el legislador del pueblo por el cual esta fe primitiva, depurándose, debía un día difundirse sobre la Tierra”.
Más tarde, cuando su influencia ya había modelado un pueblo y cuando este pueblo ya se dispersaba por todo el mundo, esparciéndose la nueva ley, apareció Jesús; y de sus palabras recogidas por los discípulos surgió el Evangelio. En la revelación de Moisés se fundieron los principios sagrados y las grandes leyendas religiosas de los pueblos antiguos. La Ley Mosaica sintetiza los esfuerzos de la antigüedad rumbo al espíritu. No es de extrañar que se presente muchas veces asustadora y contradictoria para el hombre moderno.
El Evangelio es la codificación de la segunda revelación cristiana, la que brilla en el centro de la tríada de estas revelaciones, teniendo la figura del Cristo como el sol que ilumina las otras, que lanza su luz sobre el pasado y el futuro, estableciendo entre ambas las conexiones necesarias. Sin embargo, así como en la antigüedad ya se anunciaba el Evangelio, también en éste aparecía la predicción de una nueva revelación, la del Espíritu de Verdad, como se ve en Juan, cap. XIV. El nuevo código que surgió fue materializado por Allan Kardec, en el momento exacto en el que el mundo se preparaba para entrar en una nueva fase superior de su desarrollo. Cada fase de la evolución se de todas sus realizaciones.
La ley de Moisés es la síntesis de la antigüedad, el Evangelio es la del mundo greco-romano-judaíco, y la codificación kardecista, del mundo moderno. Pero cada síntesis no sólo trae en sí los resultados de la evolución realizada; también contiene los gérmenes del futuro. En la síntesis evangélica tenemos que considerar, sobre todo, la presencia del Mesías como una intervención directa de lo Alto para la reorientación del pensamiento terreno. Gracias a esta intervención, los principios evangélicos pasan para las páginas de este libro, como las vigas maestras de la edificación de la nueva era.

Fuente: http://www.ceads.kardec.es/visio_espirita/2010/Visi%F3%20Esp%EDrita%20201004%20N002.pdf

1 comentario:

  1. Oi Bossi, já coloquei o seu blog entre os nosso amigos =) Muita energia prositiva prô seu blog!

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