lunes, 10 de febrero de 2014

Biografía de mentores 


Memei "Irma de Castro"


Wellington Bossi, revista Visión Espírita nº 10


Meimei nació el 22 de Octubre de 1922, en la ciudad de Mateus Leme, Minas Gerais, Brasil. A los 2 años de edad su familia se trasladó a Itaúsa, también en el estado de Minas Gerais. Sus padres fueron Adolfo Castro y Mariana Castro. Tuvo cuatro hermanos, quedando huérfana de padre a los 5 años. Meimei fue desde bien pequeña, diferente a todos por su belleza física e inteligencia poco común. Era alegre, comunicativa, jovial y espontánea. En el entorno familiar la convivencia con Meimei fue para todos un regalo del cielo. Cursó con facilidad la primaria, matriculándose más tarde en la escuela de secundaria. 

Sin embargo adolecía de nefritis, una molestia que siempre la persiguió desde pequeña. Esta dolencia crónica se manifestó una vez más cuando cursaba con brillantez (era la alumna más destacada de la clase) el segundo curso de la enseñanza secundaria, obligándola a abandonar sus estudios. Gracias a su enorme inteligencia y avidez de conocimientos fue refinando su cultura a través de la buena lectura, fuente de perfeccionamiento de su espíritu. Allá donde iba se convertía en el centro de admiración, irradiaba belleza y encanto atrayendo la atención a su alrededor. Gracias a su sencilla modestia no se enorgullecía de las bellas dotes femeninas recibidas de Dios. Profundamente caritativa se aproximaba a los humildes con la limosna que podía ofrecer o con una palabra de cariño y estímulo. Pura, en su modo simple de ser y proceder, a pesar de ser extremadamente bella, no se distraía con las conquistas propias de su edad. Algún tiempo después, se mudó a Belo Horizonte en compañía de Alaide, una de sus hermanas, con el fin de buscar trabajo. Gozaba de un período de buena salud, pues su dolencia de nefritis iba y venía, ofreciéndole en ocasiones un atisbo de esperanza en que finalmente se habría curado. En esta época conoció a Arnaldo Rocha con quien se casó a los 22 años, disfrutando un lindo sueño de amor que duró dos años, cuando enfermó nuevamente. Estuvo acostada durante tres meses, víctima de la pertinaz dolencia. Tras una operación quirúrgica, un pequeño trozo permaneció alojado en su cuerpo originando un cuadro de dolorosas complicaciones que tuvo que afrontar, causando grandes perturbaciones renales que culminaron en hipertensión arterial y craneal. Sus pulmones no resistieron entrando en un proceso de edema agudo, que provocaba la expulsión de sangre por la boca. A pesar de todos los esfuerzos y desvelos del esposo y rodeada de médicos, Meimei falleció el 1 de Octubre de 1946. Los momentos finales fueron muy dolorosos. Sus últimos treinta minutos de vida fueron de desesperación y aflicción. Pero, al final de este cuadro, con el cese de la vida física, su cuerpo volvió a presentar la expresión de calma que siempre la caracterizó. Meimei fue enterrada en el cementerio de Bonfim en Bello Horizonte.
 
Unos cincuenta días tras la desencarnación de su esposa, Arnaldo Rocha que se encontraba profundamente abatido, paseaba acompañado por su hermano Orlando, que era espiritista, cuando toparon con el médium Chico Xavier. 
Excepto por un encuentro fugaz unos diez años antes, entre Chico y Arnaldo, cuando éste apenas contaba con doce años, en que fueron presentados muy rápidamente, no tuvo otro nuevo encuentro hasta entonces. Sin embargo lo que ocurrió en ese momento, cambio completamente su vida. En palabras de Arnaldo narrando lo ocurrido: "Chico me oyó y dijo: “Familia, es nuestro Arnaldo, está triste, débil, lleno de nostalgia de nuestra Meimei”, abrazándome, con la ternura que le es propia me fue diciendo: “Déjeme ver, hijo mío, el retrato de nuestra Meimei que guarda usted en la cartera.” Y, de esta forma, después de mirar la foto que Arnaldo le mostró, Chico le dijo: “Nuestra querida princesa Meimei quiere hablarte mucho”." Y aquella noche, en una reunión realizada en la casa de los amigos espíritas de Bello Horizonte, Meimei transmitió su primer mensaje psicografiado. Con el paso de los años, Chico fue revelando a los amigos más cercanos que Meimei era la misma Blandina citada por Andre Luiz en la obra “Entre la Tierra y el Cielo” (capítulos 9 y 10) que vivía en la ciudad espiritual “Nuestro Hogar”; dijo también que ella es la misma Blandina, hija de Thaciano y Helena, quien Emmanuel describe en el romance “Ave Cristo” y que vivió en el tercer siglo después de Jesús. 
Es preciso aclarar que “Meimei” era el apelativo cariñoso de Irma, cuyo marido Arnaldo, decidió usar tras la lectura de un cuento de un autor americano, titulado “Un momento en Pekín”. 
Meimei es autora de varios libros psicografiados por Chico Xavier, entre ellos: “Padre Nuestro”, “Amistad”, “Palabras del Corazón”, “Dios Aguarda”, “Madre”, “Evangelio en Casa”, “Cartilla del bien” etc. y, no obstante, tan poco conocida por los testimonios que tuvo que dar durante su vida, Irma de Castro que es su nombre de bautismo, fue un ejemplo de resignación ante el dolor, que le arrebató todos los placeres que la vida le podría permitir a una joven llena de sueños y esperanzas. 


Fuente: Mofra - Texto de Arnaldo Rocha. 
Parte del libro "Chico Xavier - Mandato de Amor". União Espírita Mineira - Belo Horizonte, 1992. 



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